miércoles, 12 de marzo de 2008

La vida familiar y sexual de Eliot Spitzer

"El gobernador de Nueva York, Eliot Spitzer, ha dimitido", anuncian en primera plana El País, The New York Times, el Los Angeles Times, la BBC, Le Monde, Der Spiegel...

Esto es como lo de Bill Clinton y la Lewinski... ¿Y a mí qué más me da con quién se acueste este señor si hace su trabajo? Eso es cosas suya y de su familia, y no tiene por qué dimitir de su cargo. Otra cosa muy distinta es si yo fuese su mujer, que ya le habría puesto de patitas en la calle por guarro. Pero mientras Spitzer no desatienda sus obligaciones como gobernador por irse de prostis, a mí como si le gusta tocar la balalaika en sus ratos libres.

Un caso muy similar es el de la joven promesa de la música de Hong Kong, Edison Chen, que dejó su ordenador repleto de fotos en situación comprometida con modelos y actrices reparando en una tienda, y acabaron filtrándose en Internet. La sociedad se le ha echado encima. ¡¿Por?! Y el otro va y, después de hacer un discurso de lo más sereno y maduro (chapeau), ¡va y pide perdón a Hong Kong! ¡¿Cómo?! ¿A qué viene? Que pida perdón a las chicas y a sus familiares, pero ¿a la sociedad? Eso era material privado que no debía ser visto por medio mundo... Pues ya esta: "Qué chungo", pero punto.

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