Supongo que debería estar hablando sobre el desplome de los mercados mundiales y de la fortaleza del Euro frente al dólar, pero ni "jarta" a vino... En lugar de dar la brasa con la economía, quiero mostrar mi desconcierto por la pasividad del mundo ante lo que está ocurriendo con los tibetanos. Que aparezca en primer plana todos los días no quiere decir que realmente estemos aware de lo que pasa ni que realmente nos interese o estemos dispuestos a hacer algo para luchar por los derechos de ese pueblo.
Después de que estos meses previos a los Juegos Olímpicos estén siendo de lo más moviditos por la contaminación, los preparativos, los vacíos y desaires de algunas delegaciones y atletas al Comité de Pekín y demás, ahora se les viene encima el tema de Tíbet.
El 10 de marzo, tibetanos de todas partes del mundo celebraron el 49º aniversario del levantamiento popular contra China, y desde entonces, todos los días se suman varios nombres a la lista de muertos tibetanos por los enfrentamientos con la policía. Lo cierto es que nadie se atreve a toserle a China. Tal vez porque sea un problema nacional y no haya ningún país que esté interesado en pararle los pies al gigante asiático, "por si acaso". Qué pena damos...
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